Este hongo originario de Asia, también conocido como Língzhi en China o Reishi en Japón, ha cultivado por más de 3.000 años su reputación como un alimento de gran poder curativo, cuyas propiedades son ampliamente reconocidas en la medicina tradicional China. Por sus componentes bioquímicos posee un destacado poder antioxidante, lo cual permite la regeneración celular, aporta energía y mejora la salud, ya que fortalece el sistema inmunológico, reduce la presión arterial y el colesterol.